lunes, 5 de enero de 2015

Pánico.

Mil y una sensaciones recorren mi cabeza.
Los escalofríos cubren mi columna
Y un temblor en aumento se apodera de mis manos.

Las paredes quieren aplastarme
Mi visión se torna en blanco y negro.
Puedo sentir como la adrenalina llega directo al corazón
Y cómo respiro con dificultad a medida que siento el miedo apoderándose de mis latidos.

De nada sirve gritar
De nada sirve llorar
Y menos pedir ayuda
Es una pelea interna y personal.

He perdido la noción del tiempo
Pareciera que la lucha entre la razón y el miedo no terminara.
Estoy pendiente en no dejar de respirar y me esfuerzo por ello.

De un momento a otro el pánico decide salir de mi cuerpo.
Comienzo a respirar con normalidad.
Miro el reloj...
Nunca antes un ataque de pánico había vivido en mi por 11 minutos.
Un nuevo y tormentoso récord.




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