jueves, 11 de diciembre de 2014

Y me aferro al dolor.



Y aquí estoy...
Aferrándome al pasado 
como quién se aferra a la vida.
El problema es que no puedo ni quiero dejarte ir...
Y es tu culpa.
Porque tu me enseñaste que con tu compañía
me sobraba todo el mundo.
Que si caminaba de tu mano, 
ni una gota de dolor inundaría mi pecho...
Pero te equivocaste, oh sí, y mucho...

Me aferro al pasado
porque mi mente me tortura, 
diciéndome:  Antes era mucho mejor.

Aun me aferro a los rastros 
que tus besos dejaron en mi cuerpo...
Porque cuando me tocabas... cuando me tocabas, 
me tocabas hasta el alma .

Como me enamoré de tus manos...
Me enamoré de tus manos y de la forma
en la que tus dedos secaban mis lágrimas
cuando el miedo se incrustaba en mis ojos.

Cada vez que escuchaba de tu boca ese:
"Eres mi vida entera" 
Me sentía afortunada, 
afortunada de ser la dueña de los latidos pertenecientes
al corazón más hermoso.


Fuiste tanto 
Que cada día busco tu rostro
En las personas, 
Busco en los brazos de otros
El mar de sensaciones que me brindaban los tuyos...
Pero en vano es querer reemplazarte.

Sin embargo te odio...
Te odio tanto...
Te odio porque tus manos recorren otro cuerpo.
Te odio porque extraño tu hogar y tu música...
Te odio, por extrañarte tanto
Te odio porque soy tuya 
Y por sobre todo... Te odio, porque te sigo amando.

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